martes, 17 de enero de 2012

Se regalan abrazos

Cuando te sientes mal emocionalmente, parece que no hay nada que pueda cerrar ese vacío en tu pecho. Empiezas a llorar, tu diafragma se contrae repetidas veces y se te acelera el pulso. Tu sistema nervioso no te responde por un momento y parece que hayas perdido el control sobre tu propio cuerpo. Te cuesta respirar, te tiemblan las manos, las piernas parecen que no te sostienen y sientes un cosquilleo en las sienes que te incita a cerrar los ojos muy fuerte.

Las vacas son conscientes del momento en que las van a sacrificar, y al igual que los humanos, se ponen tristes y tienen los mismos síntomas que nosotros ¿Lo sabías? Por ello se las aplica presión con una máquima antes del momento. Dicha presión hace que bajen las pulsaciones, que el diafragma tenga un movimiento más regulado, y que el sistema linfático se relaje.

Cuando alguien esté triste, abrázale bien fuerte, pues de ese modo le bajarán las pulsaciones, la sangre irá más despacio por lo que desaparecerá esa sensación de cosquilleo en las sienes que te impide tener los ojos abiertos, ni tendrá temblores; su respiración se volverá regular porque el diafragma volverá a tener un ritmo corriente; no sentirá un dolor en el pecho porque su sistema linfático se relajará: y porque saber que hay alguien a tu lado es la mejor medicina que puede haber.

Hacen falta más abrazos en el mundo, en nuestra vida. No tengais miedo a darlos o recibirlos, porque siempre ayudará a que todo sea mucho mejor.

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